jueves, enero 12, 2006

MOTHER ‘DAO’: Poesía en imágenes del Pasado-Presente_

Por: Armando Andrade Z.

_Obertura contusa: Canción del tercer piso

Incontenible el deseo de revelar, del autor holandés Vincent Monnikendam, un registro de sus antecesores, que tomaban pueblos indochinos para el menester de su economía imperialista y desde luego su estadía cómoda lograda, gracias a su postura “grandilocuente” con los pobladores de esas regiones ricas en materia prima.

Un poema documental que desarrolla un perfecto manejo del tiempo y sobre todo del espacio fílmico; que busca una narración indirecta libre, simplemente para darle cabida a la voz y a la mirada de una diosa que agoniza y que muere en el mundo material. No obstante heroína en un mundo de cultos sobrevivientes al vicio incandescente de culturas que pregonan su religión sobre una religiosidad mal llevada, que es la civilización en su grande terminología.

ACTO PRIMO: Violación en la Naturaleza Viva

“La Cultura no está... superpuesta a la vida. La sustituye, la utiliza y la transforma para realizar una síntesis de un nuevo orden”[i] que sin duda marca una fisura en el medio ambiente y en la psicología de los hombres que pertenecen a una sociedad. Esta idea, nos es más que una crítica, desde un punto de vista antropológico, pero que indudablemente en el filme, se cita para un idea que va más allá de lo evidenciado por el espectador y en el uso del lenguaje cinematográfico.

Es decir, que el material fílmico que el mismo Monnikendam utiliza, aplica y desarrolla lo hace en un nuevo orden. Eso implica que hubo una trans-culturización tanto ideológica y sobre todo una violación a la naturaleza viva, implicada en la pérdida cultural de los pueblos indochinos tan presentes en cada plano que constituye este documental. El presente diacrónico de las imágenes es empleado para proponer que ese dominio de los decimonónicos europeos, fue y es tan claro por la confesión de una voz apacible, en apariencia, que la banda sonora manifiesta (como si fuera la resonancia de la presente voz de Mother Dao). Todo esto se desarrolla en una ecuación que implica nuevo-orden-presente-diacrónico-sonido-apacible-pasado.

Esa voz que canta y rinde culto a aquello que se pierde no sólo en el mundo material sino en el espacio fílmico, manifestado vivamente que pareciera que el espectador se encuentra en un lugar etéreo, neutro y donde se distingue toda acción. Distinción para una violación del entorno y lo interno. Su verdadera esencia, que en parte es ese pueblo indochino que pasa de un estadio eurocéntrico salvaje a uno bárbaro; que a través de esas imágenes de archivo que se utilizaron, inmersas en un entorno diacrónico, son llevadas a uno sincrónico, aquí y ahora, donde sólo es una barbaridad de imágenes que no sucumben al contemporáneo sino a ese pueblo indochino desvirgado en ellas.

El autor no es quien llora, es su Mother Dao, que le confiesa un duelo entre su estadía en este mundo y en el que se encuentra, en un mundo fantasma.

ACTO SEGUNDO: el aire contamina un canto que esclarece

Mather Dao, es un elixir que encontró Vincent Monnikendam en su pasado, en su cultura. Filmes que revelan los mandamientos de su civilización, para presentar un nuevo testamento. Partiendo de una idea poética en imagen y en sonido. Que pueden rendir culto a la voz calló, pero no muerta.

Qué impropio es el mismo destino para los indochinos que perseguían su propia civilización y su propio sistema económico, que para ellos era universal, su mundo. En cambio, el autor marcha sobre las mismas imágenes concretas (plasmadas en esos filmes de los 20's y 30's) que manifiestan una realidad concreta, desde una visión que no era más que la de los propios europeos civilizados; para jugar con el fuera de campo, de lo que estuvo atrás de ese espacio fílmico, Vincent hace vibrar un aliento lleno de poemas, cantos, silencios, murmullos y conjeturas del fuera de campo: camarógrafo-indochinos.

Este aire contaminado es la misma supuesta realidad que trae consigo las imágenes que el camarógrafo holandés de esa etapa diacrónica registró. Cómo esclarecer la realidad del fuera de campo: Mother Dao-Vincent Monnikendam. Pues, se realiza con el mismo aire que trae consigo imágenes y también sonidos que sacuden, limpian y evidencian lo opuesto, lo anulado diacrónicamente. Pero que en una sincronía necesitaba ser registrado.

ACTO TERCERO: Cadencia del espectador que vive en el espacio fílmico

Poner en juego un pasado y un presente contribuye a una autocrítica del pueblo holandés desde lo que ellos exterminaron. En Mother Dao se funda una nueva poética que se busca desde lo que Vertov, los cubanos post-revolucionarios y que el mismo Monnikendam proponen, una cinematograficidad de la misma realidad fílmica; para modificar ese símbolo excluido de su contemporaneidad, resignificar lo que está registrado en la sagrada escritura audiovisual. Se buscan nuevos lectores que puedan también escribir y sobre todo cantar al son de la rima de un poema, desde y hecho de la realidad espacial-histórica. Ecuación de la cultura, que se modifica.

Por eso Vincent Monnikendam, no hace más que una manifestación de su nueva civilización y sobre todo de su principal objetivo dado a ese elixir que su misma esencia y denominación holandesa evolucionada.

_Coda prima: primer corte del montaje audiovisual

Toda ciencia social, como la antropología esta fundada en hipótesis conjeturales, que no son comprobables en la cultura que cada década o etapa social en que se formulan, sino que deberá pasar el tiempo para que se comprueben o se refuten.

Mother Dao, no es parte de la ciencia social, así que su hipótesis no es conjetural, pertenece a una deidad que hizo vivir a sociedades indochinas en un estadio de civilización culta.

[i] Strauss, Levi; “Naturaleza y Cultura”; Cap. I

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